Protocolo de perfusión continua de fármacos

Han pasado 20 años desde la publicación en el año 2000 de la primera edición de este protocolo de perfusión intravenosa de fármacos. Lo creamos con el ánimo principal de facilitar y ordenar las diluciones y administraciones de fármacos intravenosos en urgencias. Cada médico prescribía una preparación y un ritmo de infusión para cada fármaco; unas pautas eran más populares o repetidas, otras muy diversas. Esto suponía un importante esfuerzo añadido de cálculos repetidos sujetos a errores donde empleábamos unas indicaciones (mililitros, gotas o microgotas… minutos, horas) poco precisas por su variable equivalencia. Tomé la idea original de mis compañeros de especialidad, Medicina Intensiva, donde esta protocolización se empleaba rutinariamente. Adaptamos las diluciones y formas de administrarlo a la realidad de nuestras urgencias, donde no disponíamos de las bombas continuas de jeringa empleadas en la UCI y, en ocasiones, un número insuficiente de bombas de infusión volumétricas peristálticas, teniendo que emplear limitadores de flujo con sus condicionantes e imprecisiones. Una vez tabulados y unificados, añadimos a cada fármaco unas notas breves sobre sus acciones, indicaciones y principales problemas con la intención de facilitar la difícil atención urgente del paciente, con decisiones complejas a horas poco amables. Esta quinta edición es fruto del apoyo y del trabajo de muchos compañeros durante todos estos años. Médicos de urgencias, médicos de familia y muchos especialistas del hospital (internistas, neumólogos, intensivistas, cardiólogos, neurólogos, endocrinólogos o cirujanos, entre otros) han contribuido de forma esencial en sus sucesivas ediciones. Con este planteamiento colaborativo nos hemos beneficiado todos de los conocimientos de otros compañeros y de otras especialidades médicas. Es gratificante comprobar que estas pautas facilitan el trabajo en el hospital y un honor ver el librito en el bolsillo de muchos residentes en su trabajo habitual. Todo en este mundo evoluciona y nosotros hemos tratado de mantenerlo actualizado retirando fármacos en desuso, incorporando fármacos nuevos y actualizando en cada uno de ellos las dosis, indicaciones o comentarios. Son más de 56 fármacos revisados, con la inestimable ayuda de diferentes especialistas, donde incluimos también a residentes en formación especializada. Sin su colaboración no habría sido posible esta nueva edición, tanto por lo extenso de la labor de revisión, como por sus conocimientos específicos del uso e indicaciones de algunos fármacos. Quiero agradecer el apoyo recibido en estos años de tantos compañeros en el hospital a esta sencilla idea. Si con este instrumento contribuimos a facilitar el trabajo diario y mejorar la atención y seguridad de los pacientes, el esfuerzo habrá merecido la pena.